Si la existencia tiene alguna constante, es la decadencia. Con el tiempo, todo debe sucumbir a la entropía. El Poder Ruinoso que mejor lo sabe es Nurgle. El Dios de la Plaga tiene mil identidades, pero para muchos de sus devotos es simplemente el “Abuelo”. Bajo el zumbido de un millón de moscas, sus leales ejércitos de Agusanados marchan para propagar enfermedades y miseria, destruyendo la esperanza con sus hojas oxidadas y hechizos repugnantes.

Los Altos Señores Kharadron son comerciantes sin par e intrépidos exploradores, que surcan los cielos en maravillas de la tecnología, armados con poderosas armas que no se parecen a nada que se encuentre en los Reinos Mortales. Buscan aéter oro, la clave de sus insólitos ingenios y la mercancía más preciada del imperio Kharadron.

El aire canta con la gloriosa magia de la vida cuando los hijos de Alarielle se lanzan a la batalla. Nobles espíritus amargados comandan la furia del bosque, siseantes Branchwyches liderando desde el frente mientras verdes wyldwoods estallan desde el suelo agitado. Poderosos wargroves avanzan en defensa de la vida misma, Tree-Revenants golpeando sin previo aviso mientras implacables Kurnoth Hunters y antiguos Treelords aplastan a los enemigos con inexorable fuerza arbórea.

Los Ossiarch Bonereapers son uno de los logros más poderosos del Gran Nigromante Nagash: un ejército de soldados de élite creados a partir de los huesos y las almas de los muertos. Estos terribles constructos son eficientes, leales e inexorables, y se hacen más fuertes con cada ejército enemigo que derrotan, cosechando su propia materia ósea al morir.

Los adoradores del Cambiador de los Caminos buscan remodelar los Reinos Mortales, dándoles formas más agradables para su voluble dios. Magisters con dones hechiceros guían a los acólitos kairicos a la guerra junto a manadas de Tzaangor rebuznantes y entidades daemónicas conjuradas, dejando un rastro de destrucción y locura a su paso.

Toda la existencia de los Matafuegos gira en torno a la batalla, pues estos veteranos mercenarios duardines lucharán por cualquiera que pueda pagar su precio en oro. Con fama de tener poca paciencia y una habilidad inigualable con el hacha, los Matafuegos. buscan todo tipo de tesoro y así recoger la esencia dispersa de su deidad perdida hace tiempo, Grimnir.Inspirados por Herreros de Batalla que braman las hazañas de sus antepasados, los incondicionales guerreros Guardafogones y los inflexibles Bersérkeres Vulkitas cargan a la batalla, ansiando gloria y oro por igual.

0Cada Forjado en la Tormenta está forjado en Azyr por la mano del mismo Sigmar. Montados sobre relámpagos, llegan al campo de batalla entre un estridente trueno, preparados para enfrentarse a las fuerzas del Caos, la Muerte y la Destrucción